Project Description

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«… donde cantó la gallina después de asada». De Santo Domingo, proviene la leyenda más conocida de la ruta jacobea. Se viene contando desde el siglo XIV que un joven alemán peregrinaba con sus padres y en el mesón en el que se hospedaban trabajaba una muchacha que quedó rendidamente enamorada ante él (circunstancia como tantas otras del Camino se repite en el siglo XXI como en aquel entonces). Al ser rechazada y como despecho, metió en el zurrón del joven una copa de plata para acusarle de robo. La justicia le condenó a la horca y así se le fue quitada la vida. Sus padres comenzaron a rezar a Santiago hasta el punto de que el cuerpo de su hijo les habló. Los progenitores fueron a contárselo al corregidor y a este se le ocurrió decirles que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que se disponía a cenar. En ese momento las aves saltaron del plato. La leyenda corrió como la pólvora hasta convertirse en la más difundida en la historia del Camino.

Su casco histórico está declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico, con sus tres plazas: de España, del Santo y de la Alameda y sus numeras casas señoriales. Destacan la Casa de Trastámara, la del Marqués de la Ensenada, la de las Antiguas Carnicerías y la de la Cofradía del Santo, con los escudos del corregidor de la ciudad, Diego de Ocio y Vallejo y el de su esposa, quienes la mandaron construir en 1556. Desde 1968 es albergue de peregrinos y sede de la cofradía asistencial más antigua del Camino de Santiago. Dentro se crían los pollos, gallos y gallinas que se colocan vivos en el gallinero de la Catedral en recuerdo del milagro del peregrino ahorcado y resucitado. También destaca el Ayuntamiento de estilo barroco.