La oferta hostelera del pueblo es extrañamente bastante limitada (una pensión, un hotel y el albergue de peregrinos) teniendo en cuenta que seguimos en la costa de Gipuzkoa. Aprovisionaros de todo lo necesario porque al día siguiente (etapa dura, por otro lado) no hay más que algún bar en todo el recorrido.
Albergue Geltokia
Ubicado en la antigua estación de tren, no hace mucho rehabilitada, es atendido por voluntarios del pueblo. El procedimiento que siguen es que hay que registrarse previamente en la oficina de turismo. Como siempre en cualquier albergue, tiene unas pocas normas básicas que os pedimos que respetéis y comprendáis. No compartimos que cobrando (no es de donativo), realice una competencia desleal a otros establecimientos que pagan impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social pero es lo que hay: en Deba las alternativas son pocas y no muy baratas. Albergue Geltokia: Arakistain Plaza, 3 (Deba). Recordad, antes hay que pasar por la Oficina de Turismo. Teléfonos: Móvil: +34 689 125 889 Fijo: +34 943 192 452
Bar Mazzantini
Destaca por el tamaño de sus pinchos (tranquilos que también están muy ricos), de forma que con 3 o 4 puedes ir comido o cenado. En temporada, como en casi toda Gipuzkoa, tienen pimientos verdes y piperrak (guindillas frescas, apenas picantes) fritas al momento (una delicia muy difícil de encontrar fuera de la provincia, las guindillas sobre todo).
El bar debe su nombre a un torero guipuzcoano (de Elgoibar, muy cerca de Deba) que fue todo un fenómeno a finales del siglo XIX y principios del XX. Hijo de un ingeniero italiano y de madre vasca, estudió en Italia y regresó como secretario de Amadeo de Saboya. Al provenir de una clase social alta, se le comenzó a llamar el señorito loco. Coincidió con figuras como Guerrita, Lagartijo y Frascuelo.
Mazzantini hizo historia democratizando el toreo. Primero implantó el sorteo de los toros (hasta entonces el principal matador escogía las reses). Posteriormente consiguió que las mejores ganaderías fueran lidiadas en todo tipo de plazas, no solo en las más afamadas. También logró mejoras en los honorarios de los diestros. Mató casi 3000 toros y llegó a ganar seis mil pesetas por corrida en la última década del siglo XIX. Fue muy popular en su época, vestía de forma elegante y se codeaba con la alta sociedad y con los artistas de la época. Una vez retirado de los ruedos, Mazzantini, de tendencia monárquica, mantuvo una brillante carrera política. Fue concejal del ayuntamiento de Madrid, teniente alcalde en la capital y gobernador civil en las provincias de Guadalajara y Ávila. Esta es la historia del torero (un Morante de la Puebla metido también a político) que da nombre al bar Mazzantini: zokagin kalea, 7 (Deba).
Zahato ardandegia vinoteca
De los bares más acogedores de Deba y con muy variada oferta de pinchos. El más cercano al albergue. Ardandegia vinoteca: Hondartza 2 (Deba).
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