Project Description

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El lugar que cubría de gozo a los peregrinos al ver las torres de la Catedral (los días despejados). Todavía tiene su aquel divisarlas pero con todas las tecnologías que nos gastamos hoy en día solemos tener clara la distancia que queda para la tumba del Apostol y ha perdido encanto. El lugar sigue teniendo su magia a nuestro entender pero como hay pocas ganas de dormir aquí y no en Santiago que ya queda a tiro de piedra, se respira cierta tristeza por todo lo que ha sido, incluido el mastodóntico edificio que acoge un albergue de 500 plazas. Y lo que nos gusta quejarnos; si está lleno porque está lleno, si medio vacio que si está desangelado.