Os contamos como organizar vuestra mochila para hacer el Camino de Santiago.

Qué meter y qué no meter, amig@s.

Partimos de la premisa de que el peso con el que vas a cargar en esa mochila tiene una gran transcendencia. Si llevas sobrepeso puedes amargarte el camino y convertirlo en un calvario (es más fácil que te salgan tendinitis, ampollas y otros problemas habituales en los pies si vas con más peso del debido). Por no hablar de la carga simbólica que implica la mochila y los objetos que cargas en ella. Por el reflejo que puede suponer de tus cargas emocionales y porque seas de los muchos occidentales que no pueden vivir sin miles de objetos prescindibles.

Transporte de mochilas en el Camino de Santiago:

La gran cuestión en torno a qué hacer con la mochila, ¿cargar con ella o pagar para que te la lleven?

mochila Camino de Santiago

Esta es nuestra modesta opinión al respecto: si estás en buena forma y siguiendo todos los sabios (jeje) que te vamos a ofrecer en este post (principalmente que pese poco), carga con ella en tus primeros 2-3 caminos a Santiago. O en tu primer camino y luego ya veremos, que para el caso es el mismo concepto que lo anteriormente descrito.

Cuando ya hayas interiorizado los muchos aprendizajes sobre la mochila y todo lo que conlleva, ya te puedes plantear contratar a alguna de las muchas empresas que existen para el transporte de mochilas (jacotrans, Correos, los propios taxis de la comarca por la que estés peregrinando, etc). Funcionan en todos los caminos principales (francés, portugués, norte, primitivo).

Otro asunto es que tu espalda, edad o condición física no te hagan aconsejable cargar con la mochila. Entonces tú mism@ bonic@. Tú decides si cargar con ella o no. No somos tus médicos especialistas de cabecera. Somos tus expertos en el Camino encantados de orientarte.

En cualquier caso, la decisión de cargar o no con la mochila es tuya y solo tuya. Nadie debe juzgarte porque decidas pagar para que te la lleven. Se pueden ofrecer consejos (si te los piden) a ser posible de forma serena y no dogmática, pero no estamos en el Camino ni en la vida para dar lecciones de nada.

Una última cosita al respecto del transporte de mochilas: si optas porque te la lleven (decisión más que respetable). Intenta no llevar todo el juego de maletas preciosas que te regalaron al casarte. Queremos decir que intenta ser auster@ como te venimos contando. Aún no cargarndo con el peso de tus maletas o mochilas, el Camino no es un lugar para el lucimiento. Puede tener sentido algo de ropa elegante pero no somos diplomáticos o modelos (y si lo somos, abandonamos esos trabajos por unos días). No hacen falta muchos tacones, colonias, ositos de peluches, patitos de goma en el Camino.

En resumén: si puedes cargar con ella, échate tu liviana mochila (6-7 kg para peregrinos, 5-6 para peregrinas) a la espalda y ponte a caminar. Un poco de seriedad nunca viene mal, nos referimos a hacer el Camino con rigor. En la linea de no utilizar un medio de transporte salvo para una emergencia o similar. El poco sentido que puede tener que seamos ¿ un peregrino en autobús?, es decir, sin mochila y sin caminar. En el link que acabas de leer te lo contamos.

Mochila Camino de Santiago, qué llevar

Ahora que ya nos hemos quedado a gusto, ahí van ciertas consideraciones siempre desde la óptica de introducir en la mochila solo lo estrictamente necesario ya que no tiene sentido hacer el Camino de Santiago con la casa a cuestas o como si nos fuésemos de vacaciones a Benidorm . Vivir unos días con lo justo sienta muy bien y nos hace apreciar lo que tenemos y aprender a renunciar a lo que no es necesario. Sea para 7 dias de Camino de Santiago o para varios meses.

Concretando que es gerundio. En Pilgrino os recomendamos meter lo siguiente en vuestra mochila:

2-3 mudas (calzoncillos o bragas, al gusto). 2 o 3  calcetines y otras tantas camisetas (suelen recomendarse las transpirables como la que aparece en la foto, a nosotros no nos parecen para tanto. Se puede usar unas camisetas que nos parezcan chulas o que aporten información interesante y así evitar el recurrente uniforme de quechua).

Un pantalón corto y un pantalón de agua que nos hará las veces de pantalón largo si hace frío y nos protegerá de la lluvia. Junto con unas mallas iremos bien protegidos salvo que vaya a hacer frío. En ese caso sí rec4mendamos un pantalón de montaña. Llevando el pantalón de agua evitamos cargar con un segundo pantalón. No vamos a pasearnos por la rambla de Barcelona , ni por la Gran Via madrileña. Las apariencias las podemos dejar para otra ocasión. Una prenda de abrigo tipo forro polar o plumas ligero. Si es inverno algo más consistente. Si nos quedamos cortos de prendas de abrigo siempre nos podemos aplicar la consabida técnica de la cebolla consistente en ponernos varias camisetas y transformarnos en un peregrino multicapa.

Unas polainas os serán muy útiles más por el barro que por la nieve que puede aparecer pero tampoco es tan habitual. Por último una toalla de microfibra mediana. No pasa nada por no secarnos con nuestra toalla sábana favorita de 2 metros cuadrados unos días. Con todos estos truquis conseguimos reducir el peso de la mochila peregrina. Por último un chubasquero decente (si es de plastiquillo fino nos durará unas horas).

Si vamos para unos pocos días y vemos claro que no va a llover o apenas va a llover podemos arriesgarnos a no llevar y comprar uno baratillo en el peor de los casos o incluso utilizar el plumas para protegernos de la lluvia si no es mucha. No es ropa pero lo incluimos en esta sección: un calzado tipo cross o similares de «garrafón» (de los chinos). Nos evitará coger hongos en alguna ducha y hasta caminar (con calcetines) algún rato si llevamos los pies doloridos. Por último, tapones para los oídos y antifaz que no abrigan ni es ropa pero previenen de los ruidos y la luz indeseados.

Camino de Santiago mochila

En cuanto a los productos de higiene, lo suyo son botes pequeñitos. No hace falta llevarse un kg de gel y otro tanto de champú. Para esto no hay nada como los botecitos o sobrecitos de hotel. Los vas recopilando o rellenando, te llevas los que consideres al Camino y te puedes ir desprendiendo de ellos según caminas. Lo mismo para la pasta de dientes, las hay de 200 gr y de 20 como vemos en la foto. Calcula en base a tu tiempo en el Camino de Santiago. Si eres hombre y no gastas barba es una buena oportunidad para ver qué tal te queda y ahorrarte el peso de las maquinillas de afeitar y la espuma.

Documentación, señor agente: pues eso, «er» DNI o pasaporte, la credencial de peregrino donde sellar convenientemente (no hace falta 20 veces al día en peluquerías o tanatorios para que parezca que vienes desde Sudáfrica con tanto sello). Tampoco vemos necesaria una guía en papel ya que dispones gratuitamente de www.pilgrino.com, fabulosa web con los itinerarios de los principales caminos. Además quienes la elaboran son muy majos y viven de ello.

Comida energizante en la mochila de peregrino?: Por supuesto. Algo de comida y bebida, tipo barrita energética, chocolate, frutos secos al margen de comida «seria» (bocadillo o similares). Siempre hay que tener algo de comida que aporte energía por si hay algún contratiempo. La bebida más indicada es el agua. Si queremos una cerveza o una coca cola es mejor no cargar con ella y tomarla en nuestro destino o paradas a lo largo del Camino.

El peso de la mochila para hacer el Camino de Santiago

La propia mochila para el Camino de Santiago pesa. Vaya descubrimiento, ehhh … pues intenta que sea liviana y resistente. Esa es la mejor mochila para el Camino a nuestro entender. No es lo mismo que pese 800 gramos que 3 kg. El peso obviamente lo marca el volumen y el material de la mochila que usarás en el Camino. Las más modernas están hechas de materiales muy avanzados y ligeros. El volumen debería rondar los 25-50 litros salvo excepciones marcadas por nuestro propio peso.

Es muy habitual que se recurra al criterio según el cual la mochila debe pesar aproximadamente el 10 % de tu peso. Lo compartimos pero creemos que con menos peso se puede hacer. Somos muy partidarios de cierta austeridad «material» en el Camino de Santiago (no hacen falta colonias o secadores de pelo como hemos visto en algunas mochilas cargados por sus propietarios) y creemos que con el 8 % puede ser suficiente. Y para peregrinos experimentados con menos.

Este, su seguro servidor, anda por los 72 kg de peso y en verano peregrina con no más de 2-3 kg en una mochila de 800 gramos que vemos en la imagen de portada de la derecha, la verdecita. Si sabes que no vas a necesitar saco (puedes usar el forro polar de abrigo a malas) se puede hacer perfectamente de esa manera. Recuerdo en mi primer camino a un chaval alemán caminando con un poncho de los indios americanos y un pequeño zurrón a la antigua usanza. Ahí lleva una muda de repuesto, el dinero, documentación, cepillo de dientes, dentífrico y no necesitaba más la criatura. Era octubre/noviembre para más información.

Como organizar una mochila para el Camino de Santiago

En cuanto a la distribución, has de notar que queda bien compacta y para ello, lo ideal es colocar lo más pesado en el fondo de la mochilay según se va subiendo, colocar objetos más livianos.

Es una buena opción que sea de segunda mano o que os la dejen para hacer el Camino, ya que puede ser una prueba de si os gusta la ruta y si repetís, ya habrá oportunidad de comprarla.

Una advertencia sobre la  mochila de gran trascendencia. Que sea una mochila para el Camino de Santiago apropiada para ajustarla bien al cuerpo. Es decir, no me vengáis al Camino con la mochila del colegio del sobrino. Ha de ser una mochila con cintas para ajustar bien el peso al cuerpo. Sean 3 kg o 20 kg, si van bien repartidos (colocados con lo más pesado al fondo de la mochila y haciendo de ella un espacio compacto), la carga no molestará más de lo debido. Como llevemos la mochila ladeada, sin ajustar al cuerpo, mal repartida en su interior, es muy probable que paséis las de Caín. Utilizad una mochila en condiciones, vamos, si quereis que vaya bien organizada y ajustada a vuestro tipazo.

Ya sabes lo que no puede faltar en una mochila para hacer el Camino de Santiago, es decir, de peregrino. A partir de ahí puedes incorporar lo que te de la gana pero que sepas que dice la física que todos los objetos pesan y ocupan lugar. Hemos visto cargar con tacones, colonias buenas y malas, secadores de pelo (más de un chaval coreano), tiendas de campaña de 8 kg, perros en brazos, jaulas con el canario. El Camino nunca deja de sorprender. Tan solo queremos recordaros que se disfruta mucho más con el peso justo que cargado como una mula. A partir de ahí, allá cada cual con su camino.

Ah, de las tres mochilas de la foto de portada, las apropiadas nos parecen la del centro y la de la derecha, de 30 y 27 litros de volumen. No más de 40 litros y menos la de la izquierda salvo que seas un ucraniano fornido de 1oo kg de peso.

Y te recordamos que Pilgrino te ofrece diversos acompañamientos y asesoramientos en el Camino Francés y en el Camino del Norte. Aquí los puedes consultar:

Camino de Santiago de lujo

Camino de Santiago del norte

El Camino de Santiago en grupo

la etapa mas bonita del Camino de Santiago