Camino de Santiago y coronavirus

¿Como  vemos el temita del Camino de Santiago y el coronavirus? Nos parece que no hay forma mejor de desquitarnos de todo este tiempo de dificultades, dudas existenciales y aislamiento social que el Camino de Santiago.

Tras permanecer semanas en nuestros hogares sin poder apenas salir de ellos en varios momentos de la pandemia se nos ocurren pocas opciones mejores para compensar el aislamiento que ponernos a caminar en dirección a Santiago. Por los siguientes motivos:

• Es un maravilloso tiempo para reflexionar y captar lucidez con la que analizar o cambiar nuestras vidas, así como observar nuestro entorno. Podemos dedicar mucho tiempo a esa introspección pero sin caer en obsesiones ni grandes desvaríos mentales porque el esfuerzo y la sencillez del Camino equilibrarán todos esos pensamientos.

• El apreciadísimo contacto con la naturaleza:

• Si algo echamos en falta estos días es pisar tierra, caminar, ver campo, árboles, animales y toda la paz y serenidad que ello conlleva y que en el Camino encontramos siempre. Esto nos debería servir de aprendizaje. El cambio ha sido brusco y cualquiera ve estos días que la vida en las ciudades no es la que más nos conviene. Pero hasta ahora nos contaba interiorizar esta circuntancia. Porque saliamos de vez en cuando al campo o porque otros entretenimientos ocultaban la incoveniencia de vivir en espacios menos sanos como son las ciudades. El tiempo de confinamiento nos debería servir para reflexionar sobre la vida que se lleva en las ciudades y el Camino ayuda a verlo.
• El ejercicio físico nos vendrá de perlas para despejar la mente y olvidar en parte las dificultades vividas. Sean por el mero confinamiento, por haber perdido a algún familiar o allegado o por cualquier otra circunstancia. Caminar es una excelente opción para desvincular el Camino de Santiago del coronavirus

• Vida sencilla:

• En estos meses nos hemos visto obligados a llevar ese estilo de vida y podemos prolongarlo de forma natural y no forzado en el Camino donde cubrir las necesidades básicas basta para disfrutar plenamente de nuestra existencia. Podemos aprender mucho estos días sobre qué necesitamos y qué no para vivir y prolongar todas esas enseñanzas mientras caminamos durmiendo en remansos de paz como este albergue tan recomendable Casa Leo en Villafranca del Bierzo
• De la misma forma que estas semanas hemos podido reflexionar sobre la dimensión espiritual del ser humano, en el Camino vamos a tener continuas oportunidades para seguir nutriendonos en ese ámbito.
• Los numerosos ejemplos de solidaridad, respeto, empatía o civismo que nos hemos aplicado como sociedad pueden tener continuidad en nuestro tiempo en la ruta jacobea como es de recibo pues siempre fue un espacio propocio para todos estos valores.

Estas son algunas de las virtudes del Camino que lo convierten en una inmejorable opción para volver a la normalidad de nuestras vidas fuera de casa. Así explicamos el Camino de Santiago y el coronavirus. Seguro que a tí se te ocurren otras y nosotros estaremos encantados de que las compartas con nosotros.

Enseñanzas del Camino de Santiago y coronavirus:

¿Cuantas veces no nos hemos planteado que al llegar a nuestras casas después de hacer el Camino nos provoca desasosiego abandonar la vida sencilla (centrada en alimentarnos, no pasar frío y dormir) que hemos disfrutado hasta entonces? Pues ya hemos sabido en qué consiste en parte, esa experiencia durante los meses de confinamiento o semiconfinamiento. ¿Qué es el Camino sino un glorioso presente en el que nos vamos desprendiendo de tantas costumbres alienantes de occidente (redes sociales, plataformas de televisión, comida basura, vida inactiva, desconexión de la naturaleza, falta de empatía)? Algunos peregrinos consiguen desconectar y otros apenas, también es cierto.

¿No es bien cierto que en el Camino aprendemos a valorar lo básico (un trozo de pan, un colchón sencillo, una ducha caliente, una sopa, una charla sosegada)? Pues toma Camino para unos días a partir de ahora en Italia y España y puede que en muchos sitios de occidente.

Respeto, solidaridad y empatía

Pues habrá que aplicarse a base de bien al respecto y renunciar a las exigencias y faltas de adaptación tan propias de algunos «no peregrinos» en los últimos tiempos. Cuanto duele leer tantos comentarios críticos hacia albergues u hospitaleros sin saber gran cosa de ellos y sus circunstancias. O hacia peregrinos por hacer el Camino a «su manera».

Esta ausencia de juicio o crítica nos la intentamos aplicar en Pilgrino. Incluyendo en nuestras recomendaciones solo valoraciones (positivas, valga la redundancia). Como las que aparecen en Nájera.

En cuanto sea posible, volveremos a las enseñanzas del Camino de Santiago de forma natural. A las historias lindas como este Camino de Santiago a base de abrazos, besos y demás muestras de afecto muy propias también de la ruta. Mientras tanto, cautela, mucha higiene y vida sencilla, respetuosa y solidaria como en el Camino de Santiago.